Formación y desarrollo: La clave de un equipo comprometido
Invertir en la formación y desarrollo profesional de tu plantilla merece la pena. Entre otros visibles beneficios, consigue fortalecer el equipo y asegurar un progreso conjunto enfocado al éxito empresarial.
Tomar la decisión sobre cuanto invertir y que tipo de formación y desarrollo impartir, es cada vez más difícil y los/as líderes de las personas trabajadoras en cada centro, deberán decidir estos dos factores en base al personal y sus motivaciones.
Uno de los puntos clave para guiar al equipo al progreso, es la formación continua. Combinar personas de diferentes áreas que puedan complementar conocimientos, metodologías y técnicas entre sí, refuerza la unión del grupo, además de ampliar conocimientos de todas las personas involucradas.
“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”. – Michael Jordan.
Si tus empleados/as ven tu implicación con su crecimiento profesional y personal, conseguirás crear un vínculo de confianza entre empresa – trabajador/a. Gestos tan sencillos como animar a tu plantilla a confrontar nuevos retos y arriesgar cuando se les presenten nuevas oportunidades, significará mucho para ellos.
Dentro de la esfera formación y desarrollo, la comunicación es un factor esencial, fomenta la comunicación en el trabajo planificando reuniones individuales con tus empleados/as. Podrás aprovechar estos momentos a solas para averiguar como se sienten en el trabajo, realizar críticas constructivas y felicitar por contribuciones positivas. Más información sobre la importancia de valorar el trabajo de tus empleados en cómo mejorar la productividad empresarial.
La cultura laboral positiva, participa a que los/as empleados/as se mantengan en tu empresa durante un periodo de tiempo prolongado y desarrollen su actividad de forma más proactiva.
Todas las acciones enfocadas a motivar y formar a las personas trabajadoras, suponen un ahorro para la organización, evitando rotación de personal y desmotivación del equipo.
Invertir en formación y desarrollo profesional supone un enorme retorno de inversión, incremento de la confianza entre empresario/a – trabajador/a y además, permite contar con equipo leal y comprometido con el éxito de la organización.
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