El registro de jornada revoluciona la hostelería
La ya conocida normativa de registro de jornada, no deja a nadie indiferente y, en este caso la industria de la hostelería se encuentra en el ojo del huracán.
Un sector de horarios flexibles que adapta sus jornadas a la demanda del consumidor, donde aun teniendo un horario establecido, las personas trabajadoras que actúan en este sector, saben cuando entran pero no cuando salen.
De este modo, la nueva ley de control horario ha supuesto un seísmo para las empresas que toman parte en el sector de la restauración, llevando a que propietarios (generalmente) de pequeños negocios, decidan incumplir la ley y opten por no implementar un sistema de control de asistencia laboral.
Pese al descontento del sector hostelero respecto a esta reciente regulación, Inspección de Trabajo y Seguridad Social insiste en amparar a los 376.000 trabajadores que realizan 2,96 millones de horas extra a la semana sin retribución alguna.
Francis Paniego, chef de restaurante Echaurren, ha expresado su opinión sobre este tema, defendiendo los derechos de los trabajadores y en contra de ciertos tópicos de esta parte del sector turismo, apoya la implantación de este nuevo método de gestión de registro horario:
“La medida es buena para los trabajadores y será buena también para las empresas y para el sector de la restauración, condicionado desde siempre por los tópicos de que este es un oficio duro y de que la hostelería es así.”
Asimismo, a través de su cuenta de Twitter, el chef ha revelado el cambio organizativo que han aplicado ellos para adaptarse al RD:
A primeros del mes de marzo comenzamos a controlar las horas de los trabajadores. Desde ese día damos servicio en todo el @Hotel_Echaurren desde las 8:00 hasta las 24:00, para lo cual hemos dividido la jornada laboral en 3 turnos de trabajo; 2 turnos continuos y un turno partido
— Francis (@FrancisPaniego) May 12, 2019
Dirigiéndose a este cambio como “una pequeña revolución”, Francis Paniego hace un llamamiento a los consumidores, en referencia a los horarios que estos eligen para acudir a los establecimientos gastronómicos. Mediante una estimación horaria pretende facilitar el cumplimiento de la normativa y la labor de los trabajadores; «los clientes no deberían llegar a comer más tarde de las 14:45 o de las 22:00 en caso de cenas.»
No obstante, otros muchos empresarios de la industria hostelera mantienen su rechazo hacia este registro horario, declaran que si aplican la nueva normativa, los beneficios no serán suficientes y muchos temen cerrar sus negocios.
Entre tanta polémica, esta situación ha llegado a las redes, donde miles de usuarios dan su opinión sobre el tema del registro horario en hostelería, un sector al que muchos pertenecen.
Si un negocio solo es viable a costa de las horas impagadas a los empleados, es que ese negocio no es viable.
— Eloy🏳️🌈👻 (@Sr_Tendero) May 28, 2019
Hay que repensar el negocio o cerrarlo.
Comparando en muchas ocasiones la situación de los trabajadores con la esclavitud, la sociedad se posiciona de lado de los empleados y apoyan la implantación de la nueva ley.
Esto es mucho más grave de lo que parece, no solo por lo obvio, también por todos los negocios que, siendo legales, no pudieron competir contra estos y cerraron. El daño es triple: precariza el trabajo, no paga los impuestos que toca e impide que otros hagan las cosas bien.
— RobotRabbit 🍉 (@Robo_Rabbit) 28 de mayo de 2019
Eso que trabajen los esclavos y sin chistar, ¿qué es eso de querer cobrar?
— Dilaon (@Daniel040569) 28 de mayo de 2019
Si no puedes pagar horas extras no pidas a tus empleados que las hagan. Es fácil de entender, se trata de no explotar a tus empleados, cumplir unas leyes, de no ser un capataz de esclavos en el siglo XXI pic.twitter.com/lTDcKsFVbD
Esta delicada coyuntura hace que Inspección de Trabajo tema por la manipulación y falsificación de los registros horarios, puesto que, de momento, todos los servicios de fichaje están permitidos, incluso los más obsoletos.
Frente a esta afirmación, Luis Salinas, dirigente de consultoría Salinas Restauración, manifiesta su desacuerdo:
“El sector de la hostelería hará de alguna manera lo que exige la ley, pero levantando la mano. Como se puede registrar las horas en un papel con una firma, porque así lo dice la normativa, se fichará toda la semana de 8 a 5 y punto. Es así de fácil”
Unas sospechas para nada injustificadas si tenemos en cuenta que, Inspección de Trabajo ya cuenta con denuncias de trabajadores a sus centros de trabajo, alegando que no fichan su jornada laboral.
Tanto falsear los datos del registro de horas como, directamente, no aplicar ningún sistema de control horario, han pasado a ser delitos y como todo delito, conlleva una sanción. El importe de dichas sanciones dependerá del nivel de la infracción cometida:
- Infracciones leves: Van de 60 a 625 euros. Las razones de estas infracciones pueden ser el no informar al trabajador de las horas trabajadas o no implementar procedimientos para el registro horario.
- Infracciones graves: Estas multas oscilan entre 626 y 6.250 euros. Se aplicarán en casos como irregularidades en la jornada o en el pago.
- Infracciones muy graves: Acarrean multas desde 6.251 hasta 187.515 euros. Para infracciones como horas extras no remuneradas o superación del cómputo anual de 80h.
Para abordar esta situación, Trabajo llevará un control más exhaustivo del registro horario en hostelería, en otras palabras realizar más inspecciones de trabajo para acreditar que las empresas hosteleras están cumpliendo con el Real Decreto – ley 8/2019.
A fin de cuentas, la ley hay que cumplirla y los empresarios dedicados al sector hostelería y restauración solo tendrán dos opciones; reducir horarios o contratar más personal.
Posiblemente las cuentas de los establecimientos varíen debido al cambio en el registro de horas, y habrá que encontrar formas de cuadrar gastos con ingresos, para conseguir beneficios. Hay quien habla de la subida de precios como la solución a este problema, cada empresario deberá auditar su propio negocio y barajar las soluciones que encuentre ante esta situación.
El objetivo es conseguir mejorar la calidad de trabajo de los empleados manteniendo la rentabilidad de los negocios hosteleros.